Este güey con cara de menso andaba de jarioso espiando a la vecina, y cómo culparlo. La muy puta salió a tomar el sol junto a la alberca con un sexy bikini puesto. La vecina se lo cachó en la movida y como castigo lo llevó a la sala de su casa, en donde lo obligó a ponerle un cogidón, para que entienda que eso de andar de fisgón no se hace.
- Compartir
-

-

Deja un comentario