El esposo de sara jay había tenido un terrible sueño con su amada, su mujer es un monumento hecho en carne. La mayoría de sus amigos le envidiaban por el impresionante culazo que se gastaba, eso lo llevaba muy pensativo pues cualquiera de estos hombres podría aprovechar el mas mínimo descuido para trata de ligarse a la guarra damisela. El tío quería trabajar lo mas fuerte posible para que a ella no le faltara nada y no lo engañara. Este hombre no lograba hacerle sentir un orgasmo desde hace tiempo, eso lo sintió la madura tetona. Sola y hambrienta de una polla enorme y negra, llamo a su vecino para unos masajes eróticos, la rubia puta no aguanto las ganas y antes que llegara empezó a regar aceite por sus culo grande y sus tetazas. Tan excitada estaba que justo antes de empezar a masturbarse llego el tío para darle placer y orgasmos que la dejaran exhausta…
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