Tengo una comadre que ayyyy, nanitaaaa… nomás de verla cada vez que mi vieja y yo la visitamos a ella y ami compadre, se me para el pito de ver lo buenota que está la cabrona. Tiene unas chichis enormes y unas nalgas de puta madre, como para comérselas enteritas. Pues con las ganas de coger a esta pinche vieja no me quedé, porque un día que fui a su casa solo y mi compadre no estaba, pues no nos aguantamos las ganas de dar una buen cogida y a toda madre lo hicimos en su cama, donde me la comí enterita de chichis, coño y nalgas. ¡Pobre de mi compadre, porque le hemos puesto los cuernos, pero imposible no revolcarme de puta madre con su vieja!
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