Tías como la mía solo quedan algunas pocas en todo el mundo. Nina Hartley es mi tía y desde hace meses observaba como me veía con otros ojos, como si quisiera algo más que una relación de familia en familia. No me he aguantado y una tarde fui a su casa con la única intención de follármela cosa en la que ella accedió sin mayores problemas, al contrario, me brindó el mejor polvo de mi vida. Menos mal todo queda en familia.
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