Para vencer por un rato a las soledad, esta señora que es mi vecina, todas la noches me busca para ofrecerme sus enormes nalgas; con unos cuantos años encima, ella asegura que sus ganas y lujuria son las mismas de una joven veinteañera y para demostrarlo me da una gran mamada al tiempo que me la tiro de a perrito.
- Compartir
-

-
